"………Reconocer a la realidad significa algo mas que conocerla. Exige saber ubicarse en el momento histórico que se vive, el cual es una forma de asombro que obliga a colocarse en un umbral desde el cual poder mirar, no solamente para contemplar sino también para actuar; la utopía, antes que nada, es la tensión del presente…"
Hugo Zemelman
sábado, diciembre 01, 2007

Poetas populares: Gervasio Acevedo. Nilahue, Colchagua.
















Nilahue Alto, comuna de Lolol, provincia de Colchagua. Fotografia: Joel Díaz A.

José Gervasio Acevedo Romero
. Famoso en Colchagua como “El Toro de Nilahue”, nació en Poblacion de Paredones, en junio de 1905. A los dieciséis años se inició como cantor en una Cruz de Mayo que se celebraba en Portezuelo. El cantor Benigno Acevedo fue su maestro de repertorio. Don Gervasio es muy solicitado como cantor de
novenas de santos en Nilahue Alto, Isla del Guindo, Paredones y otros lugarejos colchaguinos. Asiste todos los años a la celebración de la Virgen del Perpetuo Socorro (“Las Perpetuas”), en Nilahue Alto (Lolol).
Acevedo canta un repertorio estricto de versos que sólo él sabe. A pesar de sus años, posee una voz poderosa de tenor, gran memoria y clara pronunciación.

Verso por Herencia

Toqué una mesa sin patas
y una guitarra sin cuerdas,
y una manca coja y lerda
y un quiltro con una gata
que no cazaba las ratas
por diferentes razones;
a topás por los rincones
andaba la cucha ciega,
y así, a mi herencia se agrega
una casa sin horcones.

También me dejó un violín
y un guitarrón sin clavijas,
un lacito de verijas
y una soga de quilín;
una chaqueta de brin
que en la basura se halló;
un cuero que se vendió
en una chaucha sin sello;
una camisa sin cuello
por herencia me dejó.

Un día, por la mañana,
cuando se puso a testar,
dijo que me iba a dejar
los rungues y la callana;
también una palangana

que mi abuela fabricó;
un anillo me dejó
que era de mi mama abuela;
también toqué una vihuela
cuando mi padre murió.

Me dejó una calabaza
que era de mi tía abuela,
y me dejó un par de espuelas
y de mi madre, una taza;
una vejiga sin grasa
que también yo apercibí,
un saco lleno de ají
que era de mi taita abuelo,
y así, por mi bisabuelo,
fue lo que me tocó a mí.

(José Gervasio Acevedo.)

Fuente: Juan Uribe Echevarría.FLOR DE, CANTO A LO HUMANO. 1974


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